Comenzó a servirse en un restaurante de Estados Unidos el primer salmón creado íntegramente en un laboratorio

Comenzó a servirse en un restaurante de Estados Unidos el primer salmón creado íntegramente en un laboratorio

Hace unas semanas la FDA autorizó su venta limitada y un local de Portland lo incluyó en su menú. Se produce a partir de las células del pescado. Dicen que no reemplazará al de granja o al salvaje, pero podría representar un negocio de USD 400 millones para 2034.

Colaboración de Claudio Andrade

A fines de mayo pasado, el restaurante haitiano “Kann”, ubicado en Portland (Oregón) fue el primero en el mundo en ofrecer un plato de salmón cultivado en laboratorio. Ocurrió días después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) autorizó la venta en restaurantes del salmón producido por la empresa Wildtype. Un primer paso dentro del proceso sanitario estipulado por la FDA hacia su venta masiva. Fue bautizado por la firma como Wildtype Salmon Saku. El saku es un corte habitualmente usado en la gastronomía japonesa.

“Tan seguro como alimentos comparables producidos por otros métodos”, concluyó el organismo.

La elección de un restaurante en Portland por parte de losfundadores de Wildtype no es casual. Esta ciudad es considerada la más verde del planeta, donde sus vecinos han implementado diversas medidas para aminorar el impacto de la comunidad en la región.

Desde la firma anuncian que en breve estarán sirviendo su salmón en el restaurante Otoko en Texas.

No obstante, los emprendedores aseguran que no intentan terminar con la industria de la acuicultura o afectar el trabajo de los pescadores tradicionales. El salmón de laboratorio sería una alternativa más para enfrentar la fuerte demanda de productos de mar que viene enfrentando el planeta desde hace una década.

Se estima que en 2050 la Tierra llegará a los 10.000 millones de habitantes y la acuicultura tendrá un papel relevante en lo referido a su alimentación. En la actualidad, más del 50% de los alimentos de mar que consumimos provienen de granjas acuáticas en espacios controlados. La producción acuícola mundial ronda los 130.9 millones de toneladas y va en aumento.

“No buscamos que los pescadores se queden sin trabajo ni eliminar la necesidad de la piscicultura”, dijo Justin Kolbeck, cofundador de Wildtype a The Washington Post.

Sin embargo, todo indica que este tipo de productos llegó para quedarse y evolucionar. Sus creadores entienden que en el horizonte se comienza a levantar un extraordinario negocio.

“No podríamos pensar en un mejor socio para presentar nuestro salmón de cultivo que el galardonado chef y autor Gregory Gourdet. El servicio semanal comenzó a finales de mayo en su restaurante haitiano, Kann, galardonado con el premio James Beard, en Portland, Oregón. Los comensales ahora pueden disfrutar del salmón Wildtype en Kann los jueves por la noche de junio y, a partir de julio, todos los días. Visite la página de reservas de Kann para reservar su lugar”, anunciaron desde Wildtype en su web hace unas semanas.

Un negocio que podría llegar a los USD 400 millones en 2034

En la actualidad el comercio del salmón mueve USD 23.000 millones anuales y para 2024 tocaría los USD 44.000 millones. Algunos analistas de mercado subrayan que, si el salmón de laboratorio capta el 1% del mercado, este nicho representará USD 400 millones en 2034.

El plato del restaurante “Kann” consiste en unos cubos de salmón cultivado, acompañado de fresas en escabeche, tomates y una galleta de arroz. El lema que lo acompaña es: “Sé el primero del mundo en probar el futuro de los mariscos sostenibles”.

No fue nada fácil llegar a este punto. Los primeros 453 gramos tuvieron un costo de “preparación” de USD 400 millones en 2016. En 2022 la cifra bajó a USD 200 por el mismo volumen y el valor podría llegar a los USD 7 u USD 8 en un futuro cercano. Un número que lo ubicaría por debajo del salmón que se consume en Estados Unidos.

El salmón cultivado no es igual al salmón sintético desarrollado por Revo Foods y New School Foods y presentado en 2021. El cultivado se produce a partir de células que son tomadas del salmón en su etapa alevín. El sintético es un producto que tiene como base plantas que imitan la textura y el sabor del salmón.

Cómo crear un plato de salmón en dos semanas

“Tan seguro como alimentos comparables producidos por otros métodos”, concluyó el FDA de Estados Unidos

Para una sociedad en crecimiento, y cada vez más obsesionada con la gastronomía de mar, el tiempo de producción es clave. Un salmón de granja puede demorar más de dos años en alcanzar su peso ideal (unos 5 kilos) en la zona de engorde. Antes habrá transcurrido por el proceso total que abarca desove y fecundación, alevinaje y smoltificación. Un salmón salvaje, por su lado, demora entre 3 y 4 años en llegar a su etapa de madurez.

En cambio, crear un “bloque” de salmón de 220 gramos representa en tiempo unas 2 semanas. Es el peso que habitualmente contienen los platos en los restaurantes.

Parecido a hacer cerveza

El negocio del cultivado basa su proyección en la propia dinámica de un mercado, el del salmón en particular y el de la acuicultura en general, que no ha encontrado su techo

Esta pieza de salmón requiere de una serie de complejos pasos antes de convertirse en un alimento comestible. Las células son cultivadas en tanques de acero inoxidable similares a los que utilizan las microcervecerías. En este espacio se “alimentan con una mezcla de nutrientes, que incluye aminoácidos, vitaminas, sales, azúcares, proteínas y grasas”, detalla el medio norteamericano en base a la explicación de la firma. “Imaginen una especie de Gatorade sofisticado”, sintetizó Kolbeck.

El resultante de esta etapa es una composición amorfa que no tiene ningún parecido con el salmón de granja o salvaje por todos conocido. Es una sustancia que luego se mezcla con una estructura (sí, una suerte de esqueleto vegetal) compuesta por ingredientes de origen vegetal que ayudan a levantar un “slice” de salmón que suma nutrientes y color anaranjado.

“No he visto ningún análisis exhaustivo del ciclo de vida que compare esta tecnología con otras”, ha explicado Sebastian Belle, presidente de la Asociación Nacional de Acuicultura. “En definitiva, eso es lo que realmente necesitamos entender: ¿es mejor, es igual o es peor? Y necesitamos aplicar esa ciencia”.

En los últimos años, Wildtype atrajo el interés y los dólares de famosos como Leonardo DiCaprio, Robert Downey Jr. Y Jff Bezos. Pero los propios impulsores han reconocido que el dinero para este tipo de inversiones ya no abunda como hace 2 años.

En 2021, la inversión en proyectos de carnes cultivadas era de unos USD 1300 millones. En 2022 bajó a USD 900 millones y en 2024 a menos de USD 200 millones. En 2018, los fundadores de Wildtype, Aryé Elfenbein y Kolbeck recaudaron USD 3.5 millones en Venture Capital. Había comenzado 2 años antes.

A pesar de este escenario, el negocio del cultivado basa su proyección en la propia dinámica de un mercado, el del salmón en particular y el de la acuicultura en general, que no ha encontrado su techo.

En la presentación que hace Wildtype se revela una fórmula de marketing donde confluyen la ciencia ficción con la más pura realidad.

““Saku” es el término japonés que designa un bloque de pescado crudo cortado uniformemente, perfecto para cortar en sashimi. El saku de salmón silvestre es la culminación de casi una década de investigación. El resultado es un corte de pescado puro, sabroso y respetuoso con nuestros mares.

Y cuando dicen “corte” se refieren exactamente a eso. Un recorte de la naturaleza que sale de un laboratorio y termina en un menú en Portland.


Claudio Andrade es un periodista argentino que ha trabajado en medios como Página/12, Río Negro y Clarín, y ha recibido el Premio FOPEA al Periodismo en Profundidad en 2018 por su cobertura del caso Maldonado. Actualmente, reside entre Puerto Natales (Chile), Punta Arenas, Bariloche y Buenos Aires, y es colaborador del medio Seúl.(Seúl).

URUGUAY. UN PAIS CUYA POBLACION SE EXTINGUE

URUGUAY. UN PAIS CUYA POBLACION SE EXTINGUE

Uruguay tendrá 440.000 habitantes menos en 2070, año en que los adultos mayores tripliquen a los niños: esto dicen las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística.

En los próximos años Montevideo continuará su vaciamiento, Maldonado será el de mayor crecimiento poblacional y la relación de personas en edad de trabajar e inactivas empezará a empardarse. En 2070 habrá tres adultos mayores por cada niño.

Tomer Urwicz El Observador, Montevideo.

Cuando juega Uruguay corren tres millones”. El cantautor Jaime Roos y el letrista Raúl Castro fueron unos adelantados para la época. Escribieron este verso en 1994 sin imaginarse que, años después, los cálculos del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmasen que esa sería la población proyectada para el país en 2070.

Uruguay tenía esa cantidad de habitantes (tres millones) cuando acabó el gobierno civico militar. El tamaño de la población fue creciendo hasta que en 2020 alcanzó su pico máximo (apenas sobrepasó los tres millones y medio). Desde entonces empezó a decrecer y, según proyectaron los demógrafos Amand Blanes y Mathías Nathan, la caída será todavía más abrupta a partir de 2045. En 2070, último año al que alcanzan las proyecciones, se llegará con unos 440.000 habitantes menos que los actuales.

Uruguay lleva cuatro años consecutivos en que muere más gente de la que nace. Y la inmigración no está logrando mover la aguja porque apenas compensa a los uruguayos que se van del país.

Las razones detrás del fenómeno no son necesariamente negativas. El país tuvo una notable reducción del embarazo en adolescente que explica más de la mitad de la “gran caída” de la fecundidad que Uruguay tuvo a partir de 2016.

La pandemia del covid-19, en ese sentido, no hizo otra cosa que adelantar un fenómenos que también se avecinaba: el incremento de las muertes en una sociedad que —a pensar que la gente vive más años— es cada vez más envejecida y, por tanto, con más chances de morirse.

Blanes y Nathan, quienes fueron contratados por el INE para estimar y proyectar la población, tomando como base los resultados del último censo, se la juegan por una hipótesis que, a su entender, es la más probable que suceda: en los próximos años habrá un “efecto rebote” y la fecundidad tendrá una “leve recuperación”.

¿A qué se refieren? Las mujeres están teniendo sus hijos a edades más tardías. Pero como sucedió en España o en los países nórdicos, es probable que algunas de esas mujeres decidan tener los hijos (solo que más tarde). Además, las encuestas de opinión pública reflejan que para buena parte de los uruguayos el número ideal de hijos sigue siendo dos.

El repunte, de suceder, se estima que será leve. Elevará la tasa global de fecundidad en algunas pocas décimas y el guarismo se seguirá situando muy por debajo del reemplazo (como le dicen los técnicos al punto a partir del cual la descendencia supera a sus padres).

No es el único supuesto que toman los demógrafos. Los uruguayos vivirán cada vez más años. Para 2070, por ejemplo, las proyecciones dicen que, al nacer, los varones tendrán una esperanza de 82,5 años; y las mujeres 87,5.

Las expectativas de años de vida de ellas sigue siendo mayor, pero la brecha se va achicando. ¿Por qué? Entran un montón de posible explicaciones: desde cambios de hábitos en los varones (teniendo a un mayor cuidado) a la masculinización de parte de la vida de las mujeres (estilo de vida más parecido al que ocupaba el hombre en la sociedad más patriarcal).

En el caso de que la esperanza de vida no crezca tanto como la que proyectan los técnicos (hipótesis de menor longevidad), la población de Uruguay caería todavía más (en lugar de perder unos 440.000 para 2070, se reduciría en unos 550.000). Si pasa lo contrario (longevidad mayor a la proyectada), la población igual caería, pero en 350.000 para aquel año).

La ley de Malthus, formulada por el economista británico homónimo que anticipó que la población crecía de modo exponencial incluso más rápido que los recursos que la humanidad genera, fue un desvelo para los tomadores de decisión durante siglos. Ahora, muestran las proyecciones, la marcha poblacional cambió e inició su descenso (lo que no significa la extinción). Los desafíos son otros.

Un país de adultos mayores

La ecuación es sencilla: cada vez menos niños y cada vez la gente vive más. El resultado es una sociedad cada vez más envejecida. En el caso uruguayo, proyectando hacia 2070, muy envejecida.

Si juntamos a todos los habitantes del país y hacemos un promedio de su edad, hoy ronda los 39 años. En el 2070 ese promedio se situará en 50 años.

La mirada más economicista de la marcha población enciende la luces de alerta antes los desafíos que implica tamaña transición demográfica. Si en los cortos años venideros habrá unas 48 personas en edades no laborales por cada 100 en edad de trabajar, en 2070 la relación será de 79 en edad inactiva cada 100 en edad activa.

Agréguese el desafío de quién cuida a una población que envejece, del incremento de gasto en salud de habitantes cada vez más añosos, de la adaptación de la infraestructura, y hasta el rol que se le asigna al adulto mayor en la sociedad.

La pirámide poblacional de Uruguay, en ese sentido, se parecerá muy poco a las pirámides de Egipto con una base ancha que se va angostando acorde se crece en altura. Al contrario, la base será pequeña y luego se engorda: en 2070 un tercio de la población superará los 65 años, mientras que los niños serán cerca del 11% (tres veces menos).

No es una rareza uruguaya. La marcha de la población mundial —en especial de los países más desarrollados— avanza en ese sentido.

El vacío de Montevideo

Las maestras lo repiten siempre: “El macrocefalismo montevideano”. Es una manera de resumir el poder político, administrativo y poblacional que tiene la capital de Uruguay. Pero las proyecciones del Instituto Nacional de Estadisticas muestran que el departamento más pequeño en su área y más grande en la cantidad de habitantes continúa su vaciamiento.

En los próximos veinte años —un abrir y cerrar de ojos en términos históricos, Montevideo perderá la décima parte de sus habitantes: pasará de unos 1.288.788 a 1.146.239.

La capital es, en ese sentido, el departamento que más pierde población y solo lo supera (en términos relativos) Treinta y Tres (cuya pérdida se sitúa en 11,5% en dos décadas).

La baja de la población será la norma en 15 de los 19 departamentos, muy en sintonía con lo que sucede a escala país. Pero los restantes cuatro departamentos ganarán habitantes a fuerza de la migración interna.

“César Aguiar lo vaticinaba hace 30 años: íbamos camino a tener una ciudad costera situada desde el oeste de Montevideo hasta Punta del Este. Entonces no es tanto un vacío de Montevideo, sino una nueva forma en que se organiza la ciudad y que escapa a los límites administrativos que conocemos”, había explicado el demógrafo y economista Juan José Calvo

Maldonado liderará el crecimiento en términos relativos. Canelones lo hará en números absolutos. Pero también aumentarán su población San José y Rocha.

Esta reorganización de la población, que a su vez tiende a ser cada vez más envejecida, supone otros desafíos: cuántos representantes parlamentarios tendrá cada departamento, cómo se arman las infraestructuras de hospitales y escuelas, la oferta cultural, el transporte y un largo etcétera de una sociedad que inició una nueva fase demográfica.


elobservador.com.uy/perf…

Tomer Urwicz es un periodista uruguayo especializado en investigación y políticas públicas, actualmente trabajando en El Observador. Se formó en la Universidad ORT Uruguay como Licenciado en Comunicación Periodística y obtuvo una Maestría en Comunicación y Educación en la Universidad Autónoma de Barcelona. Además, realizó un curso internacional de periodismo investigativo en la Universidad de Columbia, Estados Unidos .(El Observador, El Observador)

China tiene un as en la manga para ganar la carrera de la IA:miles y miles de chinos estudiando en las universidades

China tiene un as en la manga para ganar la carrera de la IA:miles y miles de chinos estudiando en las universidades

Las universidades de élite chinas van a priorizar las carreras vinculadas a las necesidades estratégicas del país. Incluso las escuelas de primaria y secundaria van a empezar a formar a sus alumnos en IA. DeepSeek es su mejor baza

Colaboración de Juan Carlos López

Según un grupo de investigadores del Instituto Paulson de Chicago (EEUU) el 38% de los expertos en inteligencia artificial (IA) que desarrollan su carrera profesional en EEUU se ha formado en las universidades chinas.

De hecho, esta institución estadounidense ha concluido que en EE. UU. hay más expertos chinos en IA que profesionales con un origen estrictamente estadounidense. Esto, según Nikkei Asia, preocupa a algunos expertos de la industria debido a la posibilidad de que China decida repatriar a sus estudiantes e investigadores desde EE. UU. para reforzar su industria de la IA.

Algunos de los mejores centros dedicados a la ciencia y la tecnología del planeta están en China. La Universidad Tsinghua de Pekín, la Universidad Jiao Tong de Shanghái, la Universidad Zhejiang de Hangzhou, la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hefei o la Universidad de Tecnología del Sur de China, en Cantón, son solo algunas.

Todas ellas tienen algo importante en común: son centros de referencia mundial en tecnología, innovación y ciencia aplicada. Y muchos de sus alumnos están trabajando en EE. UU. En la coyuntura actual es comprensible que algunos expertos estadounidenses estén preocupados ante la posibilidad de perder este personal tan cualificado.

China quiere «construir una nación educativa fuerte»:

El sistema educativo chino funciona. El Gobierno liderado por Xi Jinping es muy consciente de que la competitividad del país en plena pugna con EE. UU. por la supremacía mundial depende en gran medida de su capacidad científica. Si nos ceñimos al desarrollo de la IA, que sin duda es el terreno de juego en el que estas dos superpotencias están jugando sus mejores cartas, es evidente que China avanza a una velocidad asombrosa. El éxito de DeepSeek avala tanto el buen funcionamiento del sistema educativo chino como la alta competitividad que ha alcanzado este país a pesar de las sanciones de EE. UU. y sus aliados.


Juan Carlos López es un destacado periodista colombiano, nacido en Bogotá, que desde 1993 se desempeña como corresponsal y presentador para CNN en Español en Washington D.C. Actualmente funge como jefe de corresponsalía y conduce programas clave como Directo USA y Choque de Opiniones, donde entrevista a figuras de alto perfil —incluidos presidentes y secretarios de Estado de EE. UU.— y ofrece análisis político profundo

Dario Amodei: el padre de “Claude” y de Anthropic

Dario Amodei: el padre de “Claude” y de Anthropic

Nacimiento y formación académica:

Dario Amodei nació en 1983 en San Francisco, Estados Unidos, en una familia de ascendencia italiana. Desde joven mostró interés por la ciencia: estudió física en la Universidad de Stanford tras transferirse desde Caltech, donde inició su carrera universitaria. Posteriormente, obtuvo un doctorado en biofísica en la Universidad de Princeton en 2011, enfocándose en la electrofisiología de circuitos neuronales. Completó su formación con un posdoctorado en la Escuela de Medicina de Stanford, donde desarrolló métodos innovadores en espectrometría de masas para proteínas.

Trayectoria profesional temprana:

Antes de ingresar al mundo de la inteligencia artificial (IA), Amodei trabajó en Skyline como desarrollador de software y colaboró en proyectos relacionados con el estudio de proteínas. En 2014, se unió a Baidu, donde lideró el desarrollo de Deep Speech 2, un modelo de reconocimiento de voz basado en aprendizaje profundo que superó barreras lingüísticas como el mandarín y el inglés. Más tarde, en Google Brain, se especializó en seguridad de IA, publicando investigaciones pioneras sobre cómo prevenir comportamientos riesgosos en sistemas autónomos.

OpenAI y contribuciones clave:

En 2016, Amodei se unió a OpenAI como líder del equipo de seguridad de Inteligencia Artificial. Ascendió rápidamente, convirtiéndose en vicepresidente de investigación en 2019. Bajo su dirección, se desarrollaron modelos revolucionarios como GPT-2 y GPT-3, que transformaron el procesamiento del lenguaje natural. Sin embargo, su enfoque en la ética y la seguridad chocó con la creciente comercialización de OpenAI tras la inversión de Microsoft en 2019. Esto lo llevó a renunciar en 2020, junto a otros 14 investigadores, para fundar Anthropic.

Fundación de Anthropic y visión ética:


En 2021, Amodei y su hermana Daniela cofundaron Anthropic, una empresa registrada como corporación de beneficio público para equilibrar lucro con bien social. Su misión es evitar que la IA se convierta en una amenaza existencial. Aquí desarrolló Claude, un modelo de lenguaje que prioriza la alineación con valores humanos mediante técnicas como el «entrenamiento constitucional», que incorpora principios éticos en su diseño. Anthropic ha recaudado más de 5,000millones, incluyendo una nversionde5,000millones, incluyendo una inversión de 1,000 millones para su modelo «Claude-Next», 10 veces más potente que sus competidores.

Impacto en la seguridad de la IA:

Amodei es un referente global en ética de la Inteligencia Artificial. En 2023, testificó ante el Senado de EE. UU., advirtiendo sobre riesgos como la creación de armas autónomas o virus sintéticos. Ese mismo año, fue incluido en la lista TIME100 AI junto a su hermana. Su ensayo «Machines of Loving Grace» (2024) propone un futuro donde la IA mejore radicalmente el bienestar humano, siempre que se gestionen sus riesgos. Rechazó ofertas de OpenAI para reemplazar a Sam Altman y fusionar ambas empresas, manteniendo su independencia filosófica.

Legado y perspectiva:

Amodei combina rigor científico con una visión pragmática: almacena suministros para crisis globales y aboga por prepararse ante pandemias o colapsos energéticos. Su enfoque en la «seguridad escalable» y la transparencia ha influido en políticas gubernamentales y en la comunidad tecnológica. A sus 42 años, su trabajo sigue definiendo cómo la IA puede ser una fuerza para el progreso sin comprometer la seguridad humana.

En resumen, Dario Amodei encarna la fusión entre innovación tecnológica y responsabilidad ética, marcando un camino alternativo en la era de la IA. Sigue la filosofía budista y tiene un perfil mucho mas bajo que Altman o Musk.

Anthropic: Innovación en IA con Enfoque en Seguridad y Comprensión:

Anthropic es una compañía de investigación en inteligencia artificial fundada en 2021 por exmiembros de OpenAI, incluidos Dario Amodei y Daniela Amodei, con el objetivo de desarrollar sistemas de IA alineados con los valores humanos y centrados en la seguridad, transparencia y controlabilidad. Su enfoque combina avances técnicos con reflexiones éticas profundas, posicionándose como un actor clave en la creación de IA confiable y beneficiosa para la sociedad.

Claude: Un modelo de lenguaje seguro y colaborativo:

Claude (lanzado en 2023) es el modelo estrella de Anthropic, diseñado para priorizar la seguridad y evitar comportamientos dañinos o sesgados. A diferencia de otros modelos, Claude integra técnicas como el «entrenamiento constitucional», donde sus respuestas se guían por principios éticos explícitos (ej.: no generar contenido violento o discriminatorio).

Sus principales aplicaciones son: la asistencia en redacción ética, el análisis de documentos legales, la tutoría educativa y el soporte técnico especializado.

Investigación en Alineación y Seguridad (AI Safety):

Anthropic lidera estudios para garantizar que los sistemas de IA actúen de acuerdo con las intenciones humanas, incluso en escenarios complejos. Ejemplos incluyen:

Interpretabilidad: entender cómo los modelos toman decisiones mediante técnicas como el «circuit breaking» (mapeo de patrones en redes neuronales).

Control proactivo: mecanismos para detectar y corregir sesgos o errores antes de que escalen.

Enfoque en IA «Útil, Honesta e Inofensiva«:

Bajo el lema «Helpful, Honest, Harmless» (HHH), Anthropic prioriza que sus sistemas:

Sean útiles sin caer en la manipulación.

Sean honestos (eviten desinformación).

Minimicen riesgos, incluso en usos no previstos.

Diferenciales Clave frente a OpenAI u otros

Énfasis en la transparencia: publican detalles técnicos de sus modelos (aunque no el código completo) y colaboran con reguladores para establecer estándares éticos.

Auto gobernanza: su estructura corporativa incluye un Consejo de Seguridad independiente con poder para vetar proyectos que consideren riesgosos.

Colaboración con instituciones: trabajan con universidades y gobiernos en marcos de auditoría de IA.

Desafíos y Críticas:

Acceso limitado: a diferencia de ChatGPT, Claude no está ampliamente disponible para el público general, lo que genera debates sobre democratización de la IA.

Complejidad ética: ¿Quién define los «valores humanos» que guían a Claude? Anthropic enfrenta críticas por posible sesgo occidental en sus principios.

Competencia con Big Tech: su enfoque cauteloso contrasta con la carrera acelerada de empresas como Google o Meta por lanzar modelos cada vez más poderosos.

El Futuro según Anthropic:

La compañía explora áreas como:

IA modular: sistemas donde componentes específicos puedan actualizarse sin afectar el resto, facilitando el control.

Diplomacia algorítmica: herramientas para mediar en negociaciones internacionales o conflictos sociales.

Neuro-simbiosis: interfaces que permitan a humanos y IA colaborar en tiempo real, manteniendo el control último en las personas.

Conclusión: Un Camino Alternativo en la Era de la IA:

Anthropic representa una visión de la IA donde la innovación técnica no se divorcia de la responsabilidad ética. Mientras gigantes como OpenAI buscan capacidades cada vez más avanzadas, Anthropic insiste en que «la inteligencia sin alineación es una amenaza». Su éxito o fracaso no solo definirá el futuro de la empresa, sino que influirá en si la humanidad logra domesticar la tecnología más disruptiva del siglo XXI.

Una mujer consigue ‘hablar’ en tiempo real, tras 20 años de silencio,al conectar su cerebro a una máquina

Una mujer consigue ‘hablar’ en tiempo real, tras 20 años de silencio,al conectar su cerebro a una máquina

Una interfaz entrenada con IA registra su actividad cerebral cuando intenta decir las palabras y las reproduce con la voz sintetizada de la paciente, que sufrió un derrame

Colaboración de Miguel Ángel Criado.

Ann tenía 30 años cuando tuvo un derrame en el tronco encefálico, la base cerebral que conecta con la médula espinal. Dejó de mover las piernas, los brazos y hasta los músculos que accionan sus cuerdas vocales. Ahora, tras años de entrenamiento con inteligencia artificial (IA), una interfaz cerebro máquina (BCI, por sus siglas en inglés) le permite comunicarse casi en tiempo real con su propia voz sintetizada. Para lograrlo, su cabeza tiene que estar conectada a una máquina que registra su actividad neuronal mediante una malla de 253 electrodos que le ponen directamente en el cerebro. Pero es la primera vez que puede hablar, aunque sea como un robot y enchufada, en más de dos décadas.

Ann, que ya ha pasado la cincuentena, no piensa las palabras, las intenta decir. La región de la corteza motora que se dedica al habla no está dañada. Ahí es donde empieza el trabajo del grupo de neurocientíficos, ingenieros y programadores de IA y ahí reside una de las diferencias con otros intentos de devolverle la capacidad de comunicarse a los que no puede hablar. Otros BCI actúan sobre el área específica del lenguaje mientras los pacientes piensan en una palabra o imaginan que la escriben. Este nuevo sistema registra lo que pasa en su cerebro cuando quiere decir “hola”. Lo explica en un correo Gopala Anumanchipalli, profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) y coautor sénior de esta investigación, recién publicada en Nature Neuroscience: “Es cuando ella intenta decir ‘hello’, sin pensarlo. Debido a la parálisis de Ann, no puede articular ni vocalizar nada. Sin embargo, la señal neuronal de su intención es potente, lo que la convierte en una pista fiable para decodificar”, explica Anumanchipalli.

La decodificación empieza con los electrodos colocados en la corteza motora del habla. En una persona sana, desde aquí parten las conexiones neuronales que llegan, a través del tronco encefálico, hasta los músculos que controlan el tracto vocal. Con esta conexión perdida, una veintena de científicos de Berkeley y la Universidad de California en San Francisco, apoyados en varios trabajos previos, diseñaron un sistema de aprendizaje basado en algoritmos que decodificaban la actividad neuronal específica de Ann cuando quería articular una palabra.

Según Cheol Jun Cho, de Berkeley y coautor principal del estudio, “básicamente, interceptamos la señal donde el pensamiento se convierte en articulación”. En una nota de la universidad, Cho añade: “Lo que decodificamos es posterior a que haya surgido la idea, después de haber decidido qué decir, después de haber decidido qué palabras usar y cómo mover los músculos del tracto vocal”. Para que la máquina y Ann se comunicaran, ella tuvo que entrenar con un conjunto de 1.024 palabras que el sistema presentaba en forma de frases (ver vídeo). También entrenaron la BCI con una serie de 50 frases preestablecidas. Nada más ver que empezaban a aparecer en la pantalla, Ann iniciaba sus intentos de hablar y el sistema convertía la señala cerebral tanto en texto como en voz.

Ann guardaba el vídeo de su boda, algo que les vino muy bien. Con él, pudieron elegir la voz del sintetizador como se elige la de un navegador o la de Siri. Ann dijo a los investigadores que oír su propia voz le ayudaba a conectar con la máquina. Empieza a ser práctica común grabar a las personas con deterioros cognitivos o enfermedades que amenazan su capacidad de hablar más adelante con la esperanza de que la ciencia les devuelve su voz en un futuro.

La segunda gran aportación de este trabajo es la velocidad. Esta BCI no es la única que ha logrado que personas que perdieron la posibilidad de hablar, vuelvan a comunicarse. Pero hasta ahora eran sistemas muy lentos. El proceso por el que los sujetos pretendían hablar o escribir debía pasar por varios pasos. Hasta que algo inteligible, ya fuera voz o texto, aparecía en el otro extremo del sistema, duraba varios segundos, demasiados para una comunicación real y fluida. Esta nueva BCI acorta y mucho la latencia.

“Aproximadamente un segundo, medido desde que nuestro decodificador de voz detecta su intención de hablar en las señales neuronales”, dice Anumanchipalli que tarda. Para este neurocientífico, experto en procesamiento del lenguaje e inteligencia artificial, este nuevo método de transmisión convierte sus señales cerebrales a su voz personalizada casi en tiempo real. “No necesita esperar a que termine una frase o palabra, ya que el decodificador funciona en sincronía con su intención de hablar, de forma similar a como hablan las personas sanas”, añade.

Para descartar que Ann y la BCI hubieran aprendido a repetir como papagayos las frases que les ofrecía el sistema (aunque eran miles las combinaciones posibles), en la fase final de los experimentos, los investigadores hicieron que la pantalla desplegara las 26 palabras que forman el llamado alfabeto fonética OTAN. Esta jerga fue un método iniciado hace un siglo y adoptado por la organización militar en los años 50 para facilitar las comunicaciones por radio deletreando comandos. Empieza con las palabras alfabravocharliedelta… Ann, que no había entrenado con ellas, las pudo decir sin grandes diferencias con los vocabularios con los que había entrenado.

Lo conseguido es solo una pequeña parte de lo que falta. Ya están trabajando para su IA capte las dimensiones no formales de la comunicación, como el tono, la expresividad, las exclamaciones, las preguntas… “Tenemos un trabajo en curso para intentar ver si podemos decodificar estas características paralingüísticas a partir de la actividad cerebral”, dice en una nota Kaylo Littlejohn, también coautor de esta investigación. “Se trata un problema que viene de atrás, incluso en los campos de la síntesis de audio clásica, y [cuya solución] permitiría alcanzar una naturalidad completa”.

Otros problemas son, por ahora, también irresolubles. Uno es tener que abrir la cabeza y poner 253 electrodos sobre el cerebro. Lo reconoce Anumanchipalli: “Por ahora, solo las técnicas invasivas han demostrado su eficacia con BCI del habla para personas con parálisis. Si las no invasivas mejoran la captación de la señal de forma precisa, sería razonable suponer que podremos crear una BCI no invasiva”. Pero, ahora, reconoce el experto, aún no están en ese punto.


Miguel Ángel Criado (Almería, 1968) es un destacado periodista científico y escritor español, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Es cofundador de Materia, la sección de ciencia del diario El País desde 2014, donde publica artículos sobre cambio climático, medio ambiente, biología, inteligencia artificial y antropología (elpais.com). Con anterioridad trabajó en medios como Público, Cuarto Poder y El Mundo (elpais.com). Es autor del ensayo Calor. Cómo nos afecta la crisis climática (Debate, 2024), en el que combina datos científicos, narrativas personales y experiencias de campo para abordar el impacto del calentamiento global en España (climatica.coop).

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