“Necesitamos reclamar nuestra soberanía digital”: una carta de intelectuales denuncia presiones de las tecnológicas a Brasil

Estados y tecnología | Política

6 Ene, 2025

6 Ene, 2025

Piketty, Varoufakis o Acemoglu alertan de que el pulso entre la red social X y Brasilia es un capítulo más del “preocupante” esfuerzo global de las grandes empresas por controlar el desarrollo digital de los países.  Nota de Redacción de Future Lab: El tema de la soberanía digital de Brasil, que es extremadamente importante, también esta empapado de cuestiones ideológicas. Ninguna de las partes enfrentadas es inocente, ni el Brasil encarnado en Alexandre de Moraes, Juez de la Corte Suprema, que no es precisamente un fanático del respeto a la libertad de expresión, así como tampoco en el de su contendiente personal, Elon Musk. Por otra parte, algunos militantes como el ex Ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, extraordinario escritor que tiene que ser tenido muy en cuenta en todos los aspectos relacionados y cuyo ultimo libro recomendamos (Tecnofeudalismo) es de clara orientación marxista. Es por eso, que entendemos que los temas considerados tienen que ser analizados tomándolos con pinzas y colocando los filtros racionales necesarios. Estamos en presencia de una enorme batalla global, entre quienes reclaman una “soberanía digital”, absolutamente lógica y que no debe ser politizada y el real “feudalismo” de las grandes compañías tecnológicas, como se ha demostrado ya frente a autoridades parlamentarias de la Unión Europea y de los Estados Unidos es una realidad extremadamente peligrosa. Por otra parte, la “libertad de expresión” de las corrientes marxistas y filo marxistas, ha sido, tradicionalmente demostrada como igualmente peligrosa. Sera necesario andar por el camino del medio y bien cuidadosamente. Prof.Dr. Ricardo Petrissans Aguilar.

COLABORACION DE Manuel G. Pascual – DIARIO EL PAIS DE MADRID.

Los ecos de la prohibición de la red social X en Brasil siguen resonando tres semanas después. Motivado por el “reiterado incumplimiento de órdenes judiciales” de la plataforma que dirige Elon Musk, que se negó a bloquear perfiles que contribuyen a la “divulgación masiva de discursos nazis, racistas, fascistas, de odio y antidemocráticos”, el cierre forzoso de la plataforma ha sido interpretado como un golpe en la mesa de la sociedad frente los excesos de las tecnológicas. Pero todavía está por ver qué efectos reales tendrá ese golpe. Medio centenar de economistas, académicos y activistas publican hoy martes una carta abierta en la que exigen el cese de la presión ejercida por “las grandes empresas tecnológicas” sobre Brasilia para tratar de cercenar el despliegue de varias iniciativas dirigidas a defender su soberanía digital.

“Deseamos expresar nuestra profunda preocupación con respecto a los ataques continuos por parte de las grandes empresas tecnológicas y sus aliados contra la soberanía digital de Brasil”, arranca el documento. La disputa del gobierno de Brasil con Elon Musk es solo el último ejemplo de un esfuerzo más amplio por “restringir la capacidad de las naciones soberanas para definir una agenda de desarrollo digital libre del control de las megacorporaciones con sede en EE UU”, destacan los firmantes, entre los que se cuentan economistas como Thomas Piketty, que sacudió hace una década la disciplina con El capital en el siglo XXI; Yanis Varoufakis, el efímero ministro griego de Finanzas que lidió con el rescate del país; el especialista en desigualdad Daron Acemoglu o Mariana Mazzucato. Otros nombres destacados que secundan el texto son los de Shoshana Zuboff, autora de La era del capitalismo de la vigilancia, el ensayista Evgeny Morozov o la jurista Renata Ávila.

Los académicos subrayan que Brasil se ha convertido en el “frente clave” en el “conflicto global entre las corporaciones tecnológicas y aquellos que buscan construir un panorama digital democrático y centrado en las personas, enfocado en el desarrollo social y económico”. El presidente Lula da Silva, dice el documento, persigue la independencia digital de su país, que pretende conseguir reduciendo su dependencia de entidades extranjeras para datos, capacidades de inteligencia artificial (IA) e infraestructura digital, y obligando a las grandes empresas tecnológicas “a pagar impuestos justos, cumplir con las leyes locales y rendir cuentas por las externalidades sociales de sus modelos de negocio”.

La respuesta a este impulso regulatorio brasileño ha sido el desafío de algunas tecnológicas, como es el caso de X, y las amenazas de otras con el objetivo de “socavar iniciativas que buscan la autonomía tecnológica” del país americano. Los firmantes del documento creen que lo que está sucediendo allí nos incumbe a todos. “Más que una advertencia a Brasil, [las acciones de las grandes tecnológicas] envían un mensaje preocupante al mundo: que los países democráticos que buscan independencia del dominio de las grandes empresas tecnológicas corren el riesgo de sufrir interrupciones en sus democracias, con algunas corporaciones apoyando movimientos y partidos de extrema derecha”.

“Exigimos que las grandes empresas tecnológicas cesen en sus intentos de sabotear las iniciativas de Brasil dirigidas a desarrollar capacidades independientes en inteligencia artificial, infraestructura pública digital, gestión de datos y tecnología en la nube”, dice la carta, que no especifica a qué sabotajes se refiere. Uno de los firmantes del documento apunta a AWS, empresa filial de Amazon, que mantuvo hace tres semanas una reunión con representantes del gobierno para ofrecer una propuesta de servicio para apoyar el proyecto de nube soberana en la que trabaja Brasilia. “Las grandes empresas tecnológicas no solo controlan el mundo digital, sino que también hacen lobby y operan en contra de la capacidad del sector público para crear y mantener una agenda digital independiente”, lee el comunicado que se ha presentado hoy.

De la excepción europea a la americana:

Brasil, país anfitrión de la cumbre del G20 de noviembre, presentó en julio su plan de IA, que contempla la inversión de 4.000 millones de dólares en los próximos diez años y que, bajo el eslogan IA para o Bem de Todos (IA para el Bien de Todos), contempla la regulación de esta tecnología para ponerle límites claros y para que su desarrollo sea inclusivo y sostenible. El gobierno tiene también en marcha un programa para dotarse de una infraestructura nacional de computación en la nube.

El caso brasileño es una nueva confirmación de que el ímpetu regulador en torno a la tecnología no es patrimonio europeo. La ambiciosa arquitectura jurídica de la UE en materia digital, que quedará completada en 2026, cuando entre en vigor el Reglamento de la IA, ha inspirado iniciativas legislativas en algunos estados de EE UU y en otros países. Esta misma semana se conocerá el informe sobre gobernanza de la IA en el que la ONU lleva trabajando año y medio.

“Este es un momento crucial para el mundo. Necesitamos un enfoque independiente para reclamar la soberanía digital y el control sobre nuestra esfera digital pública”, concluye el escrito.

Texto de la Carta que se menciona en el acápite:

Los abajo firmantes deseamos expresar nuestra profunda preocupación por los continuos ataques de las grandes empresas tecnológicas y sus aliados a la soberanía digital de Brasil.   La disputa de Brasil con Elon Musk es sólo el último ejemplo de un esfuerzo más amplio para restringir la capacidad de las naciones soberanas de definir una agenda de desarrollo digital libre del control de las megacorporaciones con sede en Estados Unidos.

A finales de agosto, la Corte Suprema de Brasil prohibió 2023. Posteriormente, el presidente Lula da Silva dejó en claro la intención del gobierno brasileño de perseguir la independencia digital: disminuir la dependencia de los países de entidades extranjeras para datos, capacidades de inteligencia artificial e infraestructura digital y promover el desarrollo de ecosistemas tecnológicos locales. De conformidad con estos objetivos, el Estado brasileño también pretende obligar a las grandes empresas tecnológicas a pagar impuestos justos, cumplir con las leyes locales y rendir cuentas de las externalidades sociales de sus modelos de negocio, que a menudo promueven la violencia y la desigualdad.

Estos esfuerzos se han topado con ataques del propietario de X y de los líderes de extrema derecha que se quejan de la democracia y la libertad de expresión. Pero precisamente porque el espacio digital carece de acuerdos regulatorios internacionales y democráticamente decididos, las grandes empresas tecnológicas operan como gobernantes, gobernando lo que debe moderarse y lo que se promueve en sus plataformas.

Es más, X y otras empresas han comenzado a organizarse y organizar a sus aliados dentro y fuera del país para socavar las iniciativas que apuntan a la autonomía tecnológica de Brasil. Más que advertir a Brasil, sus acciones envían un mensaje preocupante al mundo: que los países democráticos que buscan independizarse del dominio de las Big Tech corren el riesgo de perturbar sus democracias, y algunas Big Tech apoyan a movimientos y partidos de extrema derecha.

El caso brasileño se ha convertido en el frente fundamental en la evolución del conflicto global entre las grandes corporaciones tecnológicas y aquellas que buscan construir un panorama digital democrático y centrado en las personas, centrándose en el desarrollo social y económico.

Las grandes empresas tecnológicas no sólo controlan el mundo digital, sino que también ejercen presión y operan contra la capacidad del sector público para crear y mantener una agenda digital independiente basada en valores, necesidades y aspiraciones locales. Cuando sus intereses financieros están en juego, trabajan felizmente con gobiernos autoritarios. Lo que necesitamos es suficiente espacio digital para que los estados dirijan las tecnologías y pongan a las personas y al planeta por delante de las ganancias privadas o del control estatal unilateral.

Todos aquellos que defienden los valores democráticos deberían apoyar a Brasil en su búsqueda de la soberanía digital. Exigimos que las grandes empresas tecnológicas cesen sus intentos de sabotear las iniciativas de Brasil destinadas a construir capacidades independientes en inteligencia artificial, infraestructura pública digital, gestión de datos y tecnología en la nube. Estos ataques socavan no sólo los derechos de los ciudadanos brasileños sino también las aspiraciones más amplias de toda nación democrática de lograr la soberanía tecnológica.

También hacemos un llamado al gobierno de Brasil a ser firme en la implementación de su agenda digital y a denunciar presiones en su contra. El sistema de las Naciones Unidas y los gobiernos de todo el mundo deberían apoyar estos esfuerzos. Este es un momento crucial para el mundo. Un enfoque independiente para reclamar la soberanía digital y el control sobre nuestra esfera pública digital no puede esperar. También existe una necesidad urgente de desarrollar dentro del marco de la ONU los principios básicos de regulación transnacional para acceder y utilizar servicios digitales y al mismo tiempo promover ecosistemas digitales que pongan a las personas y al planeta por delante de las ganancias, para que este campo de pruebas de las Big Tech no se convierta en una práctica común. en otros territorios.

Anita Gurumurthy, TI para el cambio

Çağrı Çavuş, SOMO

Profesora adjunta Cecilia Rikap, University College London, IIPP y CONICET

Prof. Cédric Durand, Universidad de Ginebra

Prof. CP Chandrasekhar, IDEA y PERI, UMass

Dr. Cory Doctorow (hc), autor, activista, periodista.

Prof. Cristina Caffarra, University College London, Concurso CEPR RPN

Prof. Daron Acemoglu, MIT Economía

David Adler, Internacional Progresista

Ekaitz Cancela, Centro para el Avance de la Imaginación Infraestructural (CAII)

Prof. Asociado Edemilson Paraná, Universidad LUT

Prof. Emiliano Brancaccio, Universidad de Sannio

Dr. Evgeny Morozov, autor y productor de “The Santiago Boys” y “A Sense of Rebellion”

Profesora adjunta Francesca Bria, University College London, IIPP y Stifung Mercator

Prof. Gabriel Zucman, Escuela de Economía de París y UC Berkeley

Prof. Helena Martins, Universidad Federal de Ceará

Prof. Jason Hickel, ICTA-UAB y LSE

Dr. Jathan Sadowski, Universidad de Monash

Prof. Jayati Ghosh, Universidad de Massachusetts Amherst, Departamento de Economía

Dr. Joel Rabinovich, King’s College de Londres

Prof. José Graziano da Silva – Instituto Hambre Cero – ex Director General de la UNFAO

Prof. José van Dijck, Universidad de Utrecht

Prof. Juan Martín Graña, CONICET y Universidad Nacional de San Martín

Prof. Julia Cagé, Sciences Po Paris, Departamento de Economía

Prof. Marcela Amaro, Universidad Nacional Autónoma de México

Prof. Marcos Dantas, Universidad Federal de Río de Janeiro

Prof. Margarita Olivera, Instituto de Economía, Universidade Federal do Rio de Janeiro

Prof. Mariana Mazzucato, University College London, autora de Mission Economy

Margarida Silva, SOMO

Dra. María Farrell, escritora

Marietje Schaake, Universidad de Stanford, autora de «The Tech Coup»

Prof. Martín Becerra, CONICET y Universidad de Buenos Aires

Prof. Martín Guzmán, Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales (SIPA), Universidad de Columbia

Nandini Chami, TI para el cambio

Dr. Niall Reddy, Universidad Wits

Prof. Nick Couldry, Escuela de Economía de Londres

Dr. Nick Srnicek, King’s College de Londres

Prof. Paola Ricaurte Quijano, Tecnológico de Monterrey

Dr. Paolo Gerbaudo, Universidad Complutense de Madrid

Paris Marx, presentadora de tecnología no nos salvará

Prof. Phoebe Moore, Universidad de Essex

Dr. Raffaele Giammetti, Universidad de Cassino y Sur del Lacio

Renata Ávila, CEO – Open Knowledge Foundation, afiliada al CIS en CNRS Francia

Robin Berjon – Tecnólogo en Gobernanza

Rodrigo Fernández, SOMO

Prof. Sergio Amadeu da Silveira – Universidad Federal del ABC

Prof. Shoshana Zuboff, autora “La era del capitalismo de vigilancia: la lucha por un futuro humano en la nueva frontera del poder”

Sofía Scasserra, Instituto Transnacional (TNI)

Prof. Stefano Lucarelli, Universidad de Bérgamo

Prof. Thomas Piketty, Escuela de Economía de París y EHESS

Prof. Ulises Mejías, Universidad Estatal de Nueva York

Prof. Ugo Pagano, Universidad de Siena

Prof. Wolfgang Streeck, Instituto Max Planck para el Estudio de las Sociedades

Yanis Varoufakis, Secretario General, MeRA25

Autor: Equipo de análisis de Laboratorio del Futuro

Autor: Equipo de análisis de Laboratorio del Futuro

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